Monastrell sabe a sol

Estás en una terraza frente al mar. O en una plaza tranquila bajo un toldo. Carta de vinos en mano. Y sí: hay Monastrell.

Este verano, anímate a pedirlo con intención, con curiosidad, con confianza. Aquí van algunas recomendaciones para elegir bien y disfrutarlo al máximo.

Lejos de ser un vino encasillado en platos contundentes, el Monastrell en versiones jóvenes, afrutadas, sin madera o con crianzas sutiles demuestra una versatilidad sorprendente, que lo convierte en un acompañante ideal para una gran variedad de propuestas estivales.

Entrantes y platos frescos: Monastrell joven y afrutado

El Monastrell habla el mismo idioma que la cocina mediterránea: productos de cercanía, sencillez aparente y profundidad de sabor. Un Monastrell joven, de maceración carbónica, evoca frutos rojos y negros, toques florales, y un fondo aromático que recuerda al monte mediterráneo.

Maridaje para vinos monastrell

Fuente: Lecturas.com

Perfecto para:

  • Pasta con salsa de tomate y aceitunas negras
  • Parmigiana de berenjenas
  • Escalivada con anchoas

Su ligereza estructural y carácter expresivo permiten armonizar con platos sabrosos sin imponerse, dejando que la fruta y las especias jueguen con los ingredientes.

Platos principales: Monastrell con crianza sutil

Para carnes blancas, verduras asadas o un arroz meloso, un Monastrell poca crianza ofrece un perfil más redondo, sin perder frescura. Aquí las notas de especias suaves y las hierbas del monte mediterráneo se integran con gracia. La frescura, su carácter frutal y su suavidad en boca de un Monastrell joven lo hacen perfecto para:

  • Caballa a la plancha con limón
  • Arroz caldoso con sepia o pulpo
  • Caldero del Mar Menor

Sus notas de frutos negros, especias suaves y recuerdos del monte mediterráneo hacen que se funda con los sabores salinos del mar sin eclipsarlos.

Estos vinos tienen carácter pero también ternura, y se expresan con respeto hacia el plato, dejando espacio a cada ingrediente.

Maridaje con platos frescos con Vinos Monastrell

Fuente: elmosquigourmet.com

Rosado Monastrell, compañero ideal de tapas frías, arroces ligeros, sushi y mariscos

El Monastrell también tiene su versión más ligera, brillante y fresca: el rosado. Elaborado con el mismo mimo, pero pensado para disfrutar muy frío, es el aliado perfecto para las horas de sol, los aperitivos largos y los platos más frescos del verano.

Su color va del fresa pálido al salmón intenso, y en nariz suele ofrecer una explosión de frutas rojas, flores y sutiles hierbas mediterráneas. En boca es jugoso, con una acidez viva que lo hace especialmente gastronómico.

Combina de maravilla con:

  • Sushi o tartares de atún
  • Arroces marineros
  • Tapas frías como salazones o ensaladilla
tapas frias para maridar con vino de monastrell

Fuente: paulinacocina.com

Un rosado Monastrell bien servido, entre 8 y 10 ºC, es una de las formas más puras y alegres de vivir el verano.

Postres y sobremesas: Monastrell dulce, una caricia final

Para cerrar una comida de verano con emoción, elige un Monastrell dulce natural. Concentrado, sí, pero también sedoso, envolvente, vibrante, con ecos de ciruelas maduras, regaliz, cacao y fruta confitada.

Acompaña especialmente bien:

  • Quesos curados o azules (con nueces o mermelada de higo)
  • Postres de chocolate negro
  • Helado de vainilla con coulis de mora
postre para maridar con vino monastrell

Fuente: barrigasana.com

En cada plato, el Monastrell encuentra un camino para dialogar con el sabor, sin forzarlo. Es un vino que entiende el Mediterráneo porque nace de él. Y esa comprensión profunda de la tierra se traduce en una gastronomía compartida, cálida, sincera y llena de matices.

Porque Monastrell no es solo vino: es carácter, identidad, sensibilidad y vida en estado líquido.

Y… no olvides subir tu foto disfrutando de tu Monastrell este verano con el hashtag #MonastrellSabeASol y etiquétanos para que podamos compartirte. Queremos ver cómo vives tú el verano con alma mediterránea en tu copa.