
Existen cientos de modelos de copas. Sin embargo, a la hora de degustar un vino Monastrell es muy importante una elección de copa que permita revelar todos nuestros sabores.
Las mejores copas, según el International Wine & Spirit Centre, tienen una característica común: el cáliz se va estrechando hacia el borde de la copa. Esto permite que los aromas del vino se concentren y se puedan apreciar mejor.
Antes de elegir una copa, hay que tener en cuenta elementos como la boca, la apertura, la forma, el tallo y el tamaño de la copa. Una vez que estos elementos están claros, vamos a distinguir por tipos de vino Monastrell:
1. Copa para Vino Tinto Monastrell
Las copas deben presentar un cáliz amplio y una abertura moderada. Este diseño facilita la oxigenación, permitiendo que los aromas complejos se liberen gradualmente. La base ancha proporciona estabilidad y soporte, revelando tanto las notas frutales como los taninos presentes en estos tintos estructurados. Al tocar los labios, la copa destaca la textura sedosa del vino, proporcionando una entrada rica y envolvente.

- Forma de la Boca: más amplia que la de una copa convencional para vino blanco, para permitir una mayor exposición al aire, fomentando la oxigenación gradual del vino.
- Apertura: moderada, que dirige los aromas hacia la nariz, destacando las notas frutales y terrosas característicamente presentes en los tintos Monastrell.
- Forma: el cáliz amplio y redondeado resalta la estructura tánica y la complejidad aromática, proporcionando una entrada suave y armoniosa al paladar.
- Tallo: debe ser largo para evitar el calentamiento del vino por el contacto con las manos. El grosor debe ser medio para proporcionar un buen equilibrio y facilitar el agarre.
- Tamaño: De tamaño generoso.
2. Copa para Vino Rosado Monastrell
Las copas para vinos rosados Monastrell se caracterizan por un cuerpo intermedio y una abertura ligeramente ensanchada. Este diseño busca mantener la frescura y concentrar los perfiles frutales. La elegancia de la copa potencia la experiencia, manteniendo la viveza típica de nuestros rosados.

- Forma de la Boca: la copa tiene una boca ligeramente ensanchada notando un pequeño cierre al final formando una especie de “U”. Esto está pensado para preservar la frescura y la viveza de estos vinos jóvenes.
- Apertura: la apertura sutil dirige los aromas hacia la punta de la lengua, resaltando las notas florales y frutales propias de los rosados Monastrell.
- Forma: el cuerpo intermedio permite una apreciación equilibrada de la frescura y la complejidad del vino, generando una entrada suave y armoniosa.
- Tallo: suele ser más largo y estrecho que el de la copa para vino tinto. Esto ayuda a mantener la temperatura fresca del vino rosado al evitar que la mano transmita calor al vino.
- Tamaño: de tamaño moderado. La idea es encontrar un equilibrio para apreciar las cualidades del vino sin exagerar en la oxigenación, ya que los vinos rosados suelen ser más ligeros y delicados que los tintos.
3. Copa para Vino Dulce Monastrell
Estas copas adoptan un cáliz reducido, cuerpo ancho y abertura estrecha. Esta configuración busca intensificar la concentración aromática, permitiendo que cada matiz se despliegue gradualmente. Al llevar la copa a los labios, se experimenta una entrada suave que resalta la dulzura sofisticada y los matices complejos de los vinos dulces Monastrell.

En resumen, ten en cuenta lo siguiente:
- Forma de la Boca: la copa presenta una abertura estrecha que concentra los aromas y favorece la apreciación de la dulzura sin ser abrumadora.
- Apertura: la apertura recta dirige los aromas hacia la parte posterior de la cavidad bucal, destacando los matices dulces y complejos de estos vinos.
- Forma: el cuerpo ancho permite una concentración de aromas y sabores, generando una entrada suave y sedosa que resalta la complejidad del vino dulce.
- Tallo: El tallo corto y robusto añade estabilidad y facilita la apreciación de los matices dulces en cada sorbo.
- Tamaño: de tamaño reducido, la copa sugiere servir cantidades pequeñas de vino dulce para apreciar plenamente sus sabores.
Cuidados Prácticos y Limpieza de Copas
Además de la elección adecuada de la copa, la importancia de mantenerlas limpias es fundamental a la hora de no alterar los sabores de un Monastrell. Antes de cada uso, las copas deben estar completamente limpias y lustradas para eliminar cualquier residuo que pueda afectar al vino.
El lavado a mano con agua caliente y un secado inmediato con un paño sin pelusa son prácticas esenciales. Para aquellos que prefieren el lavavajillas, es crucial evitar detergentes con aromas fuertes y asegurarse de un enjuague minucioso.