Cuando imaginamos la experiencia gastronómica mediterránea, nos viene a la mente una noche templada en una terraza, una mesa alargada repleta de platos saludables, aromas inconfundibles de hierbas y especias, y el murmullo de conversaciones animadas entre amigos y familiares.

En este escenario, hay un elemento que se alza como un símbolo de tradición y placer: el vino. Y dentro de esta cultura vinícola, pocos varietales encarnan mejor el espíritu mediterráneo que la Monastrell.

Este vino, con raíces profundamente ancladas en la historia y la tierra del Mediterráneo es parte del alma de la dieta mediterránea. Su legado, sus beneficios para la salud cuando se consume de manera moderada, y su capacidad para realzar los sabores hacen de la Monastrell un ingrediente imprescindible en la forma de vivir y disfrutar de quienes siguen este estilo de vida.

Monastrell: Una Variedad con Identidad y Tradición Mediterránea

La Monastrell es una variedad autóctona del Levante español, con una historia que se remonta a más de 2.000 años. Su cultivo ha resistido el paso del tiempo y se ha consolidado en las 5 Denominaciones de Origen que hoy preservan su legado: DO Alicante, DO Almansa, DO Bullas, DO Jumilla y DO Yecla, donde el clima cálido y seco moldea su carácter.

Más allá de su calidad enológica, su presencia en la mesa está ligada a la salud, la tradición y el arte de compartir.

El Vino en la Dieta Mediterránea: Más que una Bebida, un Estilo de Vida

El vino Monastrell ha sido, durante siglos, un acompañante en la vida social y festiva de los pueblos mediterráneos. Desde reuniones familiares hasta celebraciones populares, su presencia en la mesa es sinónimo de compartir, disfrutar y honrar las raíces.

Más allá de sus cualidades enológicas y beneficios para la salud, la Monastrell forma parte de un ritual social y cultural que define la vida en el Mediterráneo. Compartir una botella en una comida familiar, brindar en una celebración o disfrutar de una copa al atardecer es un gesto que va más allá del vino en sí; es una forma de conectar con la tradición y con los demás.

La Monastrell ha inspirado a generaciones de viticultores, cocineros, artistas y amantes del buen vivir. Su presencia en las mesas mediterráneas no es una casualidad, sino el reflejo de una cultura en la que el placer y la salud van de la mano.

Monastrell y sus beneficios (consumo responsable)

Numerosos estudios han señalado que un consumo responsable de vino tinto está asociado con una mayor longevidad y una mejor calidad de vida.

Si se consume de forma moderada y en el marco de una alimentación equilibrada y un estilo de vida saludable, que incorpore ejercicio regular, puede tener beneficios para nuestra salud.

El vino tinto, y en particular la Monastrell, es rico en polifenoles, antioxidantes naturales que ayudan a neutralizar los radicales libres, retrasando el envejecimiento celular y protegiendo el sistema cardiovascular. Además, el consumo moderado de vino tinto, como el de Monastrell, puede aumentar los niveles de colesterol «bueno» (HDL) y reducir el «malo» (LDL), favoreciendo un equilibrio en el metabolismo.

Un consumo responsable de vino está asociado con una sensación de relajación y disfrute, mejorando la calidad de vida. Una copa de Monastrell, disfrutada en buena compañía, puede reducir el estrés y favorecer la producción de endorfinas, mejorando el estado de ánimo. La clave siempre está en el equilibrio: una o dos copas en el contexto de una alimentación saludable. Consume responsablemente.

El Maridaje Perfecto: Monastrell en la Mesa Mediterránea

En la cultura mediterránea, compartir una copa de vino en la mesa con familiares y amigos es una tradición que fortalece los lazos sociales y emocionales.

La alimentación saludable que nos proporciona la Dieta Mediterránea es perfectamente compatible con el placer de degustar sabrosos platos. El vino Monastrell ha inspirado a los grandes chefs a lo largo de generaciones. Su versatilidad en la gastronomía permite maridajes exquisitos con los productos más emblemáticos del Mediterráneo:

  • Carnes a la brasa: Resalta los sabores intensos de carnes rojas y cordero.
  • Quesos curados: Armoniza con quesos manchegos y de oveja.
  • Guisos tradicionales: Su estructura acompaña platos de cuchara con legumbres y especias.
  • Arroces y pescados: Su complejidad sorprende en combinaciones con arroces de caza o pescados grasos como el atún rojo.

La Dieta Mediterránea es más que una forma de alimentarse, es un modo de entender la vida, basado en la calidad, la sostenibilidad y el disfrute consciente. En este equilibrio, la Monastrell juega un papel fundamental, aportando placer sensorial y contribuyendo a una mejor calidad de vida. Todo ello enmarcado bajo unas pautas de consumo moderado, siempre en combinación con comida y en un ambiente de socialización.

 

Brindemos por la Monastrell, por la dieta mediterránea y por todo lo que representa. ¡Salud!

Los estudios científicos que contrastan la información arriba mencionada son los siguientes:

Reduced Stress-Related Neural Network Activity Mediates the Effect of Alcohol on Cardiovascular Risk. Journal of the American College of Cardiology. Nº 2023 Jun, 81 (24) 2315–2325. https://doi.org/10.1016/j.jacc.2023.04.015

The role of resveratrol in neurogenesis: a systematic review. Nutrition Reviews (Nutr Rev.).. Nº 2024 Mar 20:nuae025. doi: 10.1093/nutrit/nuae025. Online ahead of print.

Alcohol consumption and risk of dementia: 23 year follow-up of Whitehall II cohort study. BMJ 2018; 362 doi: https://doi.org/10.1136/bmj.k2927