La Semana Santa es un momento para reconectar con nuestras raíces: reuniones familiares, recetas heredadas, días de recogimiento y celebraciones llenas de simbolismo. En este contexto, la variedad Monastrell se convierte en una gran aliada, aportando autenticidad, carácter mediterráneo y un abanico de matices que armonizan con los sabores propios de estas fechas.

Maridajes de Semana Santa con Monastrell

Potaje de vigilia y Monastrell joven

El clásico potaje de vigilia —elaborado con garbanzos, espinacas y bacalao— encuentra un contrapunto sorprendente en un Monastrell joven y frutal. La frescura y la fruta roja del vino limpian el paladar tras la untuosidad del guiso, respetando su esencia sin enmascarar los sabores.

Bacalao con tomate y Monastrell crianza

Uno de los platos estrella de Semana Santa. El bacalao guisado en salsa de tomate natural, cebolla y pimiento se realza con un Monastrell crianza, que aporta estructura, equilibrio y notas especiadas que dialogan con la intensidad del plato. El vino potencia los sabores sin imponerse.

Arroz de cuaresma y Monastrell rosado

En muchas zonas del Levante, el arroz de cuaresma —con verduras, garbanzos y, a veces, un toque de sepia o bacalao— es una receta habitual. Para este plato sabroso pero delicado, un rosado de Monastrell es el maridaje perfecto. Su acidez refrescante y sus notas de fruta roja ligera equilibran cada bocado.

Guisos de carne y Monastrell reserva

El final de la Semana Santa suele celebrarse con asados o guisos de cordero, ternera o cabrito. Aquí, el Monastrell muestra toda su fuerza: un vino de reserva o selección especial, con taninos pulidos y aromas de crianza, acompaña perfectamente la carne, realzando su sabor sin perder elegancia.

Dulces tradicionales y Monastrell dulce o Fondillón

Torrijas, monas, buñuelos, arroz con leche… los postres de Semana Santa evocan momentos de infancia y celebración. Para acompañarlos, nada mejor que un Monastrell dulce, elaborado con uvas sobremaduras. Sus notas de pasas, higos y caramelo se funden con los sabores de la repostería tradicional y prolongan el disfrute.